El peligro de un equipo sin miedo
El Rayo lleva 27 partidos sin empatar, hecho que define bien su arrebato en el juego, que va de la puerta grande a la enfermería sin escalas. Siempre fue así con Paco Jémez, cuyo gusto por el peligro bien entendido ha acabado entusiasmando a Vallecas, que vivió asustado al principio (¿recuerdan aquella defensa de tres con Tito, Amat y Casado de los primeros partidos del primer año?) y lo hace confiado ahora. Es obligado disculparse por aquellas dudas y por las que vinieron después, y me pongo el primero de la lista. Paco trajo un plan insólito para un equipo modesto que por momentos pareció una insensatez y ahora merece el elogio general.
Lo difícil era creer cuando empezó y no ahora. Y también en las duras. La temporada pasada el equipo acabó la primera vuelta con 16 puntos (siete derrotas en las ocho primeras jornadas) y como vicecolista. Jémez mantuvo el plan y acabó salvándose gracias a una racha propia de un grande: 23 puntos de 30. Este año, con 18 jugadores nuevos, todos a coste cero, ha padecido menos. Estamos, pues, ante un equipo de autor que, además, se siente liberado. El curso pasado le hizo pasar al Madrid el peor rato del año. “Fue mi primer enfado con la plantilla”, dijo ayer Ancelotti. El Rayo, otra vez, anda suelto.