El TAD no dio amparo a Marcelo

Ahora que el Madrid ya sabe con certeza que Marcelo no podrá jugar mañana, es bueno recordar que hace un año le levantaron a Juanfran una tarjeta en condiciones similares, lo que le permitió jugar contra el Barça. Y también es bueno recordar, sin remontarme más que unos días, que esta misma semana, el martes, le levantaron otra al menos conocido Damián Suárez, del Elche, por una jugada ante el Granada (cuando estas cosas pasan entre clubes no tan grandes hacen menos ruido). Digamos, además, que el caso Marcelo se parece mucho al de Juanfran, más que al de Damián.

Lo traigo a colación porque tengo comprobado que cuando el Madrid está por en medio a muchos se les hacen los dedos huéspedes. El jueves, los dos comités de la Federación, Competición y Apelación, desestimaron el recurso del Madrid, a pesar de esa simetría con el caso Juanfran. El Madrid acude al TAD, otra reunión de tribunos (ocho) que se ha visto a su vez este viernes para decidir sesudamente sobre una jugada que vimos todos por televisión y para releer un acta que no tiene mayores misterios. Finalmente decidió que ni levanta la sanción ni dicta cautelar. Marcelo no jugará.

Lo sensible del caso es que cualquier decisión que se hubiera tomado podía ser aprobada o reprobada por cada cual, porque antecedentes hay para todos los gustos. Desde luego que en la conciencia general está que el árbitro se equivocó, pero ¡tantas veces se ha argumentado lo de la cosa juzgada! ¡Y tantas otras veces se ha desdeñado ese principio! El arbitraje español nos disgusta en general, y este es un caso en el que estamos ante un error. Pero hay algo claramente peor, que es esta solidificada costumbre de los comités de enmarañar las cosas, de defender una cosa y la contraria y de convertir pequeñeces en montañas.