La sabiduría e inteligencia de Xavi

Da gusto ver jugar a Xavi. Ese gol que marcó anoche es una alegría del fútbol y es el resultado de un aprendizaje hecho a fuego lento. Este fútbol que, a rachas, practica el Barça viene de su inteligencia, combinada con las enseñanzas de Guardiola y de Rijkaard. Su presencia es un estímulo para el aficionado que cree que el sistema no son sólo las pizarras sino las personas. Y Xavi ha sido capaz de interpretar el fútbol con esa seriedad que en otro tiempo aportaron al equipo jugadores legendarios, como Luis Suárez (que ayer no estuvo en Carrusel: le rindieron tributo).

Le costó al Barça llegar al gol de Xavi, porque quizá el juego tardó en llegarle al ilustre pasador. Messi hizo jugadas memorables, y tuvo también fallos de los que él no se olvidará. Pero se rehizo el equipo a su hora y del ahogo de ciertas caminatas peligrosas del Eibar se pasó al desahogo en el que también participó Neymar, acostumbrado ya, por otra parte, a recibir amarillas como si no contaran. Pero está dotado de la inteligencia de los rápidos; el gol que marcó, como los que anotaron Xavi y Messi, forma parte de su manera de ser. No hubo agobio, pero sí hubo incertidumbre, como si fuera el prolegómeno de la fiesta del abismo que se produce el sábado en Chamartín.