Saldrán a defender el honor del país

La gente aquí en Bulgaria se había olvidado de cómo son los partidos de Champions. Gracias al Levski vinieron a la capital el Barcelona, el Chelsea y el Werder Bremen en la Liga de Campeones de 2006. Desde entonces, los equipos búlgaros nos han dado más decepciones que alegrías. La temporada pasada, por el contrario, todo cambió. El Ludogorets se ha convertido en la Cenicienta búlgara, cuya historia mágica parece no tener final. Primero estuvo excelente en la fase de grupos de la pasada Europa League: sin ninguna derrota. Y si algunos consideraban ese éxito pura casualidad o buena suerte, el equipo demostró que no era así. Después eliminaron al Lazio en un choque épico. La derrota ante el Valencia no desanimó. El propietario del Ludogorets tenía claro que quería cumplir su sueño: jugar la Liga de Campeones. Y así ha pasado tras superar al Steaua. Nadie cree que el Ludogorets pueda ganar a cualquiera, pero todos esperan que juegue bien, independientemente del oponente. Justo como nos hemos acostumbrado.

El equipo juega con un dibujo 4-2-3-1. La gran responsabilidad en el juego ofensivo recae sobre Marcelinho, mientras que Stoyanov impresiona con sus intervenciones en la portería. La euforia en Bulgaria respecto a este partido es enorme. Todas las entradas se agotaron en tres o cuatro días. Probablemente asistirá gente de todo el país para ver el espectáculo, esperando un fútbol hermoso. El resultado no es importante, lo más importante es la honra búlgara y defenderla justo en el corazón de Sofía.

Valery Genov es periodista de la Televisión Nacional Búlgara.

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