La ruta de la Vuelta

Marino Lejarreta inauguró los ‘Lagos de Hinault’

Se adjudicó tres etapas en 1983.

Juan Gutiérrez
Subdirector de polideportivo. Ha desarrollado toda su carrera en AS desde 1991. Cubrió dos Juegos Olímpicos, siete Mundiales de ciclismo y uno de esquí, 12 veces el Tour y la Vuelta, seis el Giro… En 2007 fue nombrado jefe de Más Deporte, puesto que ocupó hasta 2017, cuando ascendió a subdirector en las áreas de Motor, Baloncesto y Más Deporte.
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La inclusión de los Lagos de Covadonga fue una de las grandes novedades de la Vuelta a España 1983, que muchos consideran la mejor de la historia. El directo de TVE y la participación de Bernard Hinault, que cobró un fijo de siete millones de pesetas, añadían atractivos a una carrera que intentaba limpiar la imagen del año anterior, cuando la sanción por dopaje de Ángel Arroyo dio la victoria a Marino Lejarreta (Bérriz, 14-5-1957).

Marino, que había fichado por el Alfa Lum italiano, también quería reivindicarse y llegó a la Vuelta en gran forma. Ganó la sexta etapa en Viella y arrebató el maillot amarillo a Hinault. Dos días después se exhibió en la cronoescalada de Panticosa, en la que metió 2:13 minutos al Tejón. Todo el mundo le apuntaba como el más fuerte, hasta que sufrió un despiste.

En la 10ª etapa, Zaragoza-Soria, Kuiper y Le Guilloux, gregario de Hinault, montaron un abanico. En el corte de nueve ciclistas sólo entraron tres españoles: Alberto Fernández, Martínez Heredia y Gorospe, que se puso líder. “Estuve a dos metros de enlazar, pero voy mal con el viento”, se lamentaba Lejarreta, que se dejó 2:43 minutos.

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El 2 de mayo, en la 13ª etapa, se subía por primera vez a los Lagos, también llamados los Lagos de Enol, por lo que periodistas y ciclistas los bautizaron, en un juego de palabras, como Lagos de Hinault. Se salía de Aguilar de Campoo, el pueblo de Alberto Fernández, que vestía el maillot amarillo. A pie de puerto, a 12 km, en el Santuario de Covadonga, Lejarreta lanzó su ataque y recuperó 1:11. Hi­na­ult fue segundo.

La Vuelta se decidió el antepenúltimo día, con el brutal ataque de Hinault en Serranillos, que hundió a Gorospe, que se había vuelto a poner líder en la crono de Valladolid. Sólo Lejarreta respondió a su arreón. “Siempre dije que Marino era el más fuerte de esta Vuelta”, le elogió el francés. Acabó segundo en el podio y con tres victorias de etapa.

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