Se salvaron tres puntos de milagro

El balón parado salvó al Atlético. El único fútbol lo puso el Eibar y los de Simeone hicieron uno de esos partidos que deben olvidar cuanto antes. Penoso en el centro del campo, inexistente en la delantera y destacando una vez más Raúl García, que actualmente es algo más que medio equipo colchonero. También Moyá tras parar el lanzamiento de una falta con una seguridad pasmosa. Incluso la ausencia de Simeone en el banquillo se nota. El Mono Burgos aunque gesticula no es ni mucho menos el jefe y no sabe corregir las numerosas lagunas que tuvieron ayer sus jugadores.

El Eibar fue valiente y osado. Nunca se arrugó y siempre fue adelante, mereciendo mayor suerte. No se rompió la costumbre habitual atlética. Día de festejos, petardazo asegurado. Se salvaron los tres puntos de milagro, pero dejando muchas dudas. En estos quince días van a tener que trabajar a destajo para corregir lo que vimos en el estadio colchonero. Los madrileños no tuvieron ni intensidad ni agresividad. Aún así arriba Mandzukic cumplió, pero Griezmann y Raúl Jiménez siguen sembrando dudas. El cierre del mercado tiene que traer algún alta más. Falta perfilar este proyecto y todavía se está a tiempo de tomar las medidas correctoras.