Rossi, el más grande de la historia

Tenía que escribir, claro está, sobre Valentino Rossi cuando llega a un hito tan importante en su trayectoria profesional como los trescientos grandes premios en el Mundial de motociclismo. Me resulta, sin embargo, muy difícil hacerlo con originalidad porque de este italiano irrepetible se ha dicho tanto que es todo, su trayectoria apenas deja resquicios para la sorpresa, resulta tan evidente que su propio palmarés habla por sí mismo más de lo que puedan hacerlo todas las palabras imaginables. Y es que yo soy de los que piensan que El Doctor es el piloto más grande que jamás ha habido en la historia del Campeonato del Mundo, con el mayor de los respetos para otros pilotos que atesoran méritos más que sobrados para competir por un calificativo tan altisonante, entre los que incluyo a mi querido y admirado Ángel Nieto.

Mantengo que el tiempo del triunfo para Rossi pasó, podrá ganar carreras y deleitarnos con su talento pero creo que, por desgracia, el paso de los años nos ha privado ya del piloto inigualable del que hemos disfrutado durante más de tres lustros. Pero esa percepción no es óbice, más bien lo contrario, para reconocer esa categoría fuera de lo normal que me lleva a pensar que, cada uno en su tiempo, nadie más ha hecho tanto y tan bueno por el deporte de la moto. El Mundial que vivieron Agostini, Nieto, Hailwood, Ubbiali, Read o Surtees poco tenía que ver con el que ahora conocemos en términos de calidad y competitividad. Valentino es el primer campeonísimo de la era moderna, a mi modo de ver mucho más exigente que las anteriores por una simple cuestión de evolución general del deporte y de la sociedad.