Exultante Bale

Bale empezó el partido como una moto, quitándose rivales de encima con una superioridad tremenda, regalando balones de gol y provocando un penalti que el árbitro se tragó inexplicablemente. Su aceleración es brutal y la resistencia que tiene para aguantar el sprint con la pelota controlada le convierte en amenaza permanente para sacar oportunidades de gol casi de la nada. En la segunda parte, el galés sufrió la desconexión general del equipo y entró menos en contacto con la pelota, pero siguió buscando a los defensas y tuvo fuerza suficiente para echar una mano a Carvajal en su lateral.

Sus problemas físicos (a pesar de los vendajes aparatosos que luce) parecen un mal recuerdo de un verano sin pretemporada y es evidente que el de Cardiff va a más en cada jornada. Todavía le falta un poquito de continuidad en el juego y más confianza, pero jugar al lado de Cristiano y no desentonar es muy complicado. Y Bale lo ha conseguido.

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