Bartomeu ha entrado con buen pie

El Barça estrenó presidente con victoria y liderato. Y con goles contra la crisis. Las crisis con goles son menos crisis, aunque esta ha sido gorda y va a dejar alguna consecuencia más que la caída de Rosell, que quizá sea la menor, y digo esto por el buen tono que ha marcado Bartomeu desde su llegada. Pero a partir de ahora, aunque Jordi Cases se haga a un lado, el aparato de Justicia está en marcha, Hacienda tiene razones para mirar papeles y Messi va a poner dura la negociación. También él tiene padre, y también en Rosario habrá barrios humildes que mejorar, promesas a seguir y todo eso...

No, no va a ser fácil pasar página de esto, pero de momento el Barça es líder otra vez, lo que confirma que no siempre el caos institucional afecta al funcionamiento deportivo, mientras que al revés sí pasa: el caos deportivo hunde la institución. Ver los goles de ayer en el Camp Nou, las arrancadas de Messi, que poco a poco vuelve, las paradas de Caballero (y hasta las de Víctor Valdés) compensaron en buena parte a los barcelonistas de la semana sobresaltada y abochornante que han vivido. Prueba de esas ganas de abrazarse al fútbol, al fútbol de verdad, fue la ovación a Xavi cuando se retiró.

También ganó el Atlético, como era de esperar. Dos de sus goles, el de Villa y el de Arda Turan, tienen lectura especial: lo poco que campa el egoísmo en el equipo. Diego Costa y Sosa renunciaron a sendos remates claros para ponerle en bandeja el gol a un compañero mejor situado. Todos a una. Ese es el poder de un equipo que no tiene jugadores tan brillantes como sus dos rivales. No diré que el Madrid y el Barça sean focos de egoísmo, que no lo son, pero gestos tan claros de altruismo no se ven con frecuencia. En fin, que el fútbol ha vuelto y ahí siguen los tres. Mientras, Messi echa cuentas...

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