Una apuesta ganadora de Gil Marín

La espectacular progresión de Diego Costa no era esperada ni por su principal valedor. La apuesta por el entonces brasileño (hoy español a todos los efectos futbolísticos) la hizo Miguel Ángel Gil Marín, quien, de la mano de Jorge Mendes, empezó a buscar fórmulas de financiación que acabaron con la utilización de fondos de inversión. En esas ficharon a Diego Costa (claro que Suso Pitarch era en ese momento el director deportivo y dio sus informes positivos, ¡faltaría más!). Fue en su cesión al Valladolid cuando se le vio algo de calidad (¡lo bordó en un partido en el Bernabéu!). En su paso por el Rayo, en plena recuperación de una lesión de rodilla, fue cuando la empezó a romper y no ha dejado de crecer.

Y cuanta mayor jerarquía le ha dado Simeone más y mejor está respondiendo. En las gradas del Calderón tampoco se le tenía mucha fe y ahora ha conquistado a todos los parroquianos colchoneros. Y entre los hinchas de la Selección había bastantes, incluso atléticos, que no veían bien que Costa pudiera quitar un sitio a los Torres, Villa, Negredo o Llorente. Pero su rendimiento ha convencido a los contrarios. Y a los escépticos como el arriba firmante. Es justo decir que Gil Marín fue quien apostó fuerte por Costa. Para el Atleti. Y para La Roja.