El punto de partida del galés

A Gareth Bale no se le ha visto en el Bernabéu (66 minutos jugados). De momento, sólo se le ha intuido. Y le toca dar un golpe en la mesa, afianzarse y arrancar la total confianza de la afición. Dice Ancelotti que le situará por la derecha, rectificando el sinsentido de ponerle de ariete en el Nou Camp. El galés agradecerá la reubicación, porque desde esta posición sí puede hacer daño, con velocidad, llegando de frente con el balón en posesión y buscando diagonal a pierna cambiada. Bale por un lado, Cristiano por el otro: un vendaval.

Cristiano y Bale han de coordinarse en beneficio del Madrid. Intercambiar las bandas, no estorbarse cayendo al centro, buscar sociedad para entrar, para asistirse en el área y apretar hasta el gol. Marcar un gol en el Bernabéu sería vitamina para el galés. Un punto de partida en la nueva imagen que debe dar al mundo, haciendo olvidar el borrón inaudito de Barcelona. El Madrid necesita con urgencia la productividad ante la red de Bale. No siempre estará Cristiano dispuesto a asumir el papel de salvador del partido. El flamante fichaje de la temporada tiene madera para echarse el equipo a la espalda. Lo veremos.