El Madrid lo celebra, CR7 no tanto

El Madrid celebró aliviado que Benzema y Cristiano se esquiven. Los futbolistas se ven arrastrados por el entusiasmo de un país (más si son bandera) y eso enturbia luego el ambiente en la oficina (¿Recuerdan aquel lío Cristiano-Rooney en el United?). Tampoco querían cruzarse portugueses y franceses, como explicó Cristiano, aunque sin dar detalles para no buscarse un lío. Tenía en la cabeza la mano de Henry ante Irlanda que metió vergonzosamente a Francia en el Mundial de Sudáfrica, pero se lo calló. Mejor para él, para Portugal y para el Madrid, que necesita a los dos en Brasil para defender su marca. Pero hemos pasado de un Benzema o Cristiano a un Ibra o Cristiano. Jugadores de su tamaño necesitan acudir a esta ceremonia para sentirse honorables y distinguidos.

Ibra tiene ya 32 años y este es último tren. Cristiano tiene 28 y quizá la próxima cita no le coja tan en plenitud. Nico Kovac, recién nombrado seleccionador de Croacia, otro de los que se ve en la repesca, explicó que "el país tiene buenos futbolistas, pero hasta ahora han jugado para sí mismos". Ahí estuvimos nosotros durante años, con mejores plantillas que resultados, desmayándonos en cuartos, y ahí se encuentra Portugal, metida en este enredo con un once titular valorado en 250 millones de euros. En el otro extremo encontramos a Islandia, que puede convertirse en el país con menos población (315.000 habitantes) que llega a un Mundial. Lagerback, un sueco veterano con apariencia de profesor de Literatura, le ha llevado más lejos que nunca. Ya ha hecho un milagro. Va por otro.