Aplauso para la afición y los ciclistas

En principio vaya mi aplauso para la afición y los ciclistas. Para el público porque ha sido espectacular su respuesta. Etapas como las de Peña Cabarga o el Angliru en las que no cabía un alfiler. O Madrid, a pesar de que no era un español el que llevaba el maillot rojo. Y a los ciclistas por la competitividad que han mostrado en una carrera tan dura por su trazado o por la climatología que sufrieron en los Pirineos. Es de agradecer que en septiembre, con tantos kilómetros ya en las piernas, se esforzaran los 21 días de carrera. No hubo una etapa relajada. Los que aspiraban al triunfo lucharon al máximo en todas las ocasiones que tuvieron.

Por poner un pero, creo que si se hubieran ahorrado alguna etapa de montaña el resultado habría sido el mismo. En Hazallanas ya se vio que Horner y Nibali eran los más fuertes. Y en el Angliru volvieron a demostrarlo. Con un trazado algo menos exigente, todos habrían llegado con más fuerzas al Angliru, donde, salvo a Nibali y Horner, el público empujó a todos los ciclistas por pena. La Vuelta nos mostró también que Francia tiene jóvenes con mucho futuro, lo cual es bueno para el ciclismo. Y la despedida por la puerta grande del Euskaltel, ganador en la clasificación por equipos.

Lo más visto

Más noticias