Era el día para marcar diferencias

Como se pudo ver, Dani Moreno fue el hombre más fuerte de la carrera, incluso más que su jefe de filas, Purito Rodríguez, cuando se tratan de etapas que terminan en puertos altos. Sin embargo, el exceso de confianza le hizo perder su segunda victoria en esta Vuelta. Si Alejandro Valverde y Purito hubieran aprovechado la etapa, habrían perdido menos tiempo. Pero si algo le sobra al corredor catalán es valentía e inteligencia, y si no lo hizo, es porque no tenía las piernas muy finas.

La llegada de ayer era para que algunos ciclistas como Bauke Mollema o Roman Kreuziger pudieran haber marcado diferencias y no estuvieron bien. Son gente que hicieron un buen Tour pero que no están para disputar la Vuelta. Todo lo contrario que Igor Antón y Leopold Konig. El español estuvo soberbio y el checo fue el que se mereció ganar la etapa. El Netapp-Endura es un equipo modesto que ha demostrado que no viene a la Vuelta a pasearse y consiguió el premio al esfuerzo, en una llegada que es muy difícil ganar. Hoy no veo a ningún equipo que quiera bloquear la carrera y puede triunfar una escapada.

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