El autobús del Orica fue el mejor aliado para Contador

El autobús del Orica fue al final el mejor aliado de Contador en esta etapa. De no ser por él y haber sido contabilizados los retrasos, Alberto habría perdido dos minutos, una diferencia quizás decisiva, teniendo en cuenta que este Tour puede que se decida por segundos. Y hubiera sido por mala suerte, porque Contador iba en el sitio que debía en el pelotón: en las posiciones delanteras y bien arropado por los mejores rodadores de su equipo. Pero la caída se produjo en cabeza.

El Tour no puede permitirse esos fallos. No puede ser que no hayan medido bien la altura de la pancarta y no sepan a qué vehículos no deben dejar pasar por meta. Ese error se corrigió con la cacicada de darles a todos el mismo tiempo en meta. Si no se hubiese encallado el autobús, seguro que el accidente se habría producido igual, pues la carrera estaba lanzada. Ahora espero que, según él mismo ha dicho, Contador no tenga nada importante y pueda recuperarse bien. Vienen dos etapas peligrosas, con un trazado que es un continuo sube y baja con carreteras estrechas en las que hay que ir siempre atento y colocado.

Pero a pesar de ello, no creo que traigan diferencias importantes entre los favoritos. Si alguno de ellos se queda ya en un puerto de segunda es que no está en condiciones de ganar el Tour, ni siquiera de entrar entre los diez primeros. De la isla todos deben salir con un tiempo similar, a no ser que se produzca algún incidente, que, como hemos visto ayer, no se puede descartar.

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