El verano es para el baloncesto
El carrusel del baloncesto de selecciones ha comenzado. Un carrusel que nos suele traer cada verano un saco de medallas. Ya soñamos con la primera en el Europeo femenino absoluto. Si ganamos hoy a Serbia, medalla segura; si no, habrá una segunda oportunidad. Al mismo tiempo, comenzó ayer el Mundial masculino Sub-19, y no pudo empezar mejor: 81-70 a Canadá. Después vendrán el Europeo femenino Sub-20 (4 de julio) y el masculino (9 de julio), el Europeo masculino Sub-18 (18 de julio), el Mundial femenino Sub-19 (18 de julio), el Europeo femenino Sub-16 (26 de julio) y el masculino (2 de agosto), el Europeo femenino Sub-18 (15 de agosto) y para acabar el Europeo masculino absoluto (4 de septiembre).
Diez competiciones que se encadenan durante dos meses y medio, y en las que de un tiempo a esta parte se nos dan de maravilla. José Luis Sáez, presidente de la Federación, hablando ayer de la ilusión que está transmitiendo la Selección femenina en el Eurobasket, atribuía el éxito al director deportivo, Ángel Palmi, quien controla el trabajo de todas las selecciones. Un trabajo que ha merecido el reconocimiento del baloncesto mundial, porque no hay país como España que acapare tantas medallas durante el verano. La primera no ha llegado, pero estamos en ello. Y no es que nos hayamos convertido de repente en un territorio de gigantes, es que aquí se trabaja con la base como en ningún otro sitio.