Borrón y cuenta nueva

Sólo el tiempo nos dirá si la marcha de Mourinho es buena o no para el Madrid. Hay que ser justos con el portugués y valorar el legado que deja en el terreno estrictamente futbolístico. Llegó a un equipo sufriendo a la sombra de un Barcelona que arrasaba. A un equipo que caía con estrépito una vez tras otra a las primeras de cambio en la Champions League. Ahora, el Madrid es un conjunto poderoso, capaz de poner contra las cuerdas a cualquier equipo. Tan fuerte como el que más. El míster que suceda a Mourinho tendrá parte del trabajo hecho. Esta plantilla, con dos o tres refuerzos este verano, aspira a lo máximo.

Otro cantar es el clima de crispación que deja tanto en el vestuario como entre la afición. No quiero perder ni un segundo en buscar culpables, explicaciones, en señalar con el dedo o en pensar que alguien pudo haber atajado a tiempo esta situación. Hay que pensar ya en el futuro inmediato. Es momento para la unión. Que el aficionado esté a muerte con los jugadores, el entrenador, el presidente y el club. Todos somos el Madrid. Sólo así llegarán los resultados. No quiero volver a la época de ocho o diez fichajes cada verano. No quiero técnicos cesados a mitad de temporada. Quiero un proyecto largo, serio y que de verdad dejen trabajar tranquilos a los profesionales.