Ni sin '9' ni con '9': marcó Sergio Ramos

De nada le sirvió a España un dominio del 78%. Tuvo el balón, pero escaso juego interior. Faltó un flujo más constante de jugadas. Y, sobre todo, mostró una preocupante sequía en botas de los delanteros. No tocaron red ni Cesc, actuando de falso nueve durante toda la primera parte, ni tampoco Villa o Negredo cuando Del Bosque decidió jugar con ariete a partir del descanso.

De nada sirvió el Plan B con '9'. Villa ganó metros en el área, es verdad, pero el juego siguió siendo periférico. Tuvo que aparecer Ramos en un córner para abrir el marcador. Fue el único que consiguió sorprender en el cerrojazo bestial finlandés: 1-4-5-1 e incluso 1-5-5 a ratos.

Dominio y remate hubo, eso sí. En la primera parte España remató 16 veces y 14 en la segunda. Finlandia sólo llegó a Valdés en cuatro ocasiones y una de ellas fue el gol. Urge que los delanteros despierten de cara al decisivo partido de París el próximo martes.

Primera parte

En el 46' entró Pedro por Cazorla y Villa se puso de 9. No vio puerta, como tampoco lo hizo Negredo después. Pocas ideas.

Villa de ariete

Cesc en punta no funcionó, taponado y lejos del peligro. Villa, plano en la banda; Cazorla, perdido. Ataque sin profundidad.