El fútbol español se asoma al abismo y se da un baño de humildad

¿Y si Piqué tiene razón? Dijo Piqué en la zona mixta de San Siro después del partido en el que el Barça había dado pena ante un Milán, que no necesitó jugar bien para derrotar a los barcelonistas, que "a lo mejor no somos tan buenos como pensamos". En Italia le tenían pánico al Barça porque vinculaban al equipo blaugrana a la Selección española que les aplastó en la final de la Eurocopa. Pero no hubo ni rastro del gran Barça en Milán. A mediados de febrero nos encontramos con el Barça en busca de una remontada heroica; con el Madrid ante la papeleta de eliminar al United en Old Trafford; el Valencia buscando un milagro en París; el Málaga fiándolo todo a la magia de La Rosaleda ante el Oporto y con el Atlético de Madrid eliminado en la Europa League. Igual es que no son tan buenos y que el bueno es Del Bosque.

Fanatismos y emperadores. En Italia, ayer las redes sociales hervían de orgullo milanista. Italianos y españoles pecan de lo mismo. El Barça pagó su soberbia de ir crecido a Milán y el Milán se cree que por ganar al Barça en la ida está ya todo hecho. Puede que el emperador fuera desnudo por la calle y sólo el Milán lo advirtiera. Pero cuidado, que el emperador puede vestirse de nuevo en un periquete.

Mensajes apócrifos. Hace unas semanas circularon por Twitter unas supuestas declaraciones de Ibrahimovic en las que el sueco despreciaba al Barcelona. Se dieron por seguras hasta que el propio Zlatan las desmintió y se descubrió que era un bulo. Ayer, pasó algo parecido con Balotelli, a quien se le atribuyen unas palabras contra Messi. El mal ya está hecho.

Just do it. Nike emitió ayer un comunicado en el que anunciaba que rompía toda relación con Oscar Pistorius al tiempo que reclamaban un juicio justo para el sudafricano. Una bonita manera de quedar bien. ¿Si consideran que aún se le debe juzgar, porque no se esperan al veredicto antes de condenarle ellos? Fieles a su lema, la multinacional ha tirado por el camino de en medio. 'Just do it'.

Una de espías. Mientras, en el Barça siguen pendientes de los juzgados. Al caso de los avales, se suma una investigación por espionaje desde dentro del club. Hay que constatar que en esa época no había Twitter. Hubiera sido todo más fácil.

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