La frase atlética del siglo
Estaba Simeone de lo más relajado. Y de repente lo dijo: "Yo no podría cambiar la camiseta del Atlético con un rival. Me tendrían que dar dos. La mía vale más". Posiblemente en la confesión había un ánimo menos demagógico que de desconsideración al adversario: el inspirador era Bilardo. Pero le salió lírica, un canto de amor a los colores que llegó enseguida, por el boca a boca de la red, al corazón de todos los atléticos.
Igual que aquel niño que el día de su sexto cumpleaños (hoy tiene 17) vio perder 0-3 al Atlético de Madrid contra el Murcia, tras posar junto al equipo sobre el césped, no sabía que su desahogo sin respuesta iba a convertirse en himno (ese ¿papá, por qué somos del Atlético? que un anuncio luego recreó en la ficción), el Cholo ni se imaginó el alcance de lo que acababa de pronunciar. Una cita inmortal que debería reposar desde ya sobre alguna pared del Calderón. Pasarán los años y los atléticos seguirán hablando de ella. Simeone ya es Bill Shankly.