NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Montanier mancilló un escudo

Valga este artículo como continuación del publicado tras el partido de ida entre la Real y el Madrid. Entonces Montanier también planteó un dibujo ultradefensivo, alineó a cinco defensas y se acobardó como quien nada tiene que hacer ante su rival. La vil estrategia, hasta que marcó Higuaín, duró nueve minutos. Ayer fueron seis. Sólo seis. Y con el argentino de nuevo como protagonista. Resulta triste pensar en la historia de este centenario club cuando uno ve los ojos de Montanier. Su rácana y repetida estrategia de anoche en el Bernabéu fue de otro deporte, de otra época, de otra Real. Haría bien el galo en entender que lleva las riendas de un conjunto con dos títulos de Liga y una orgullosa masa social que lo respalda sin recompensa desde hace tiempo.

Porque quien algo sepa del escudo txuri-urdin entiende que siempre fue una entidad respetable, un equipo noble con jugadores comprometidos y de la tierra. Unas veces campeones, otras de Segunda, pero nunca entregados de antemano. Nunca tan esclavos como ayer demostró ser su técnico. López Ufarte, Arconada, Satrustegui, Zamora y otros muchos que honraron esta camiseta no merecían semejante espectáculo. No fue la Real de todos ellos, fue la de Montanier. La que navega a la deriva bajo el mando de un técnico encogido. Aquella que sólo pone a jugadores de talento como Vela o Pardo cuando el resultado es tan sangrante como un 5-1. Hoy debería ser destituido por ello. Hoy. Sin un minuto más de sonrojo.