¡El Villarato vive!

Lo clavó Godall. Ayer debió ser un día feliz para Godall, el hombre que consolidó argumentalmente el Villarato para siempre. Su Barça salió beneficiado con un arbitraje infame, de esos que en la época de su amigo Laporta eran habituales un domingo sí y otro también. Hace una semana, en la prensa de Barcelona se hacían sangre con el rodillazo de Ramos en Heliópolis. Lo convirtieron en mano, hablaron de Liga adulterada, de Florentinato y de "premeditación arbitral", que diría Piqué. Hasta Guardiola se unió a la estrategia enviando mensajes que encerraban una trampa: "La Liga está acabada. No hay nada que hacer". Considero que Ayza Gámez leyó esa declaración y se lo tomó como un servicio a la Patria Villarista: "Tranquilo, Pep. Yo saldré al rescate y haré todo lo posible y lo imposible para que la diferencia de diez puntos quede reducida a ocho. Confía en mí". Este funcionario perteneciente al Colegio Valenciano fue un artista. Dos penaltis clamorosos sobre Cristiano, con 0-0 en el marcador, y Marcelo, con 1-0 y delante de sus narices, se los pasó por el forro. Miró para otro lado. Asimismo, sus linieres se pusieron gafas de vidrio en dos fueras de juego señalados sobre Cristiano pese a estar el portugués en línea. Y el tal Ayza tampoco dudó en castigar la faltita-forcejeo de Granero con Cazorla en la acción que dio pie al golazo del asturiano. Ayza, con el 1-1, respiró tranquilo. Trabajo bien hecho. ¡Misión cumplida!

'Cazorlazo'. Pero cuestiones arbitrales aparte, por muy determinantes que fueran, nadie puede obviar que Cazorla, Isco y Joaquín se dieron un festín, con un juego elaborado y creativo que durante muchos minutos tuvo al Madrid sin posesión y sin pasillos hacia el espléndido Willy Caballero. El caso es que Pellegrini vivió su noche soñada en el Bernabéu con un empate que le permitirá al chileno disfrutar de una revancha íntima, porque él no es de los que exterioriza lo que pasa por su amueblada sesera. Ya dijo Mourinho que Pellegrini "vuelve con la cabeza alta". Pues anoche se fue igual. Muy alta...

Tranquilidad. En cualquier caso, bajar de diez puntos a ocho es como ganar dos millones de euros en vez de tres en el sorteo de la Bonoloto. Tampoco te vas a rasgar las vestiduras a esos niveles... Venciendo el miércoles en El Madrigal, el sábado a la Real Sociedad en el Bernabéu y a Osasuna el día 31 en Pamplona, todo volverá a su cauce natural. Ansiedad cero.

La Liga Padre. Hoy es el Santo de Mourinho (San José) y muchos ya daban por seguro que la Liga tenía un solo padre. Quizás el tropiezo le venga bien al líder. Y así se valorará más y mejor el mérito de un título que los blancos están peleando con el mejor Barça de su historia. Aquí nadie regala nada. Hasta Torres y Raúl firmaron ayer golazos como en sus mejores tiempos. El fútbol es una maravilla. A pesar de los Ayzas de turno...