¿De quién es Messi?

En el barrio llamado Grandoli de la ciudad de Rosario, lugar donde el Messi niño comenzó a jugar al fútbol, se escucha un grito unánime: ¡Messi es nuestro! Los hinchas de Newell's Old Boys, primer equipo importante al que perteneció Leo, reivindican también ese ¡Messi es nuestro! Incluso los hinchas de Central, y la ciudad entera de Rosario y su provincia de Santa Fe gritan hoy más fuerte que nunca ¡Messi es nuestro!

Messi es argentino, gritan los argentinos. Messi es nuestro, dicen con mucha razón. Hoy en día es capitán de la selección argentina y alma de la selección argentina, recogiendo directamente de sus manos el relevo de Diego Armando Maradona. ¿Cómo no va a ser suyo?

Leo Messi cruza el océano y comienza una meteórica carrera en Barcelona. ¡Messi es nuestro!, gritan los aficionados culés, pero también los ciudadanos de Barcelona, y los catalanes en general. Messi comienza a dar clases magistrales en el Camp Nou, y así se convierte en algo tan barcelonés como catalán como español. España es un clamor. Si Messi ha desarrollado 21 años de su carrera en este país, ¡Messi es nuestro!

Messi, a su llegada a París.

El mismo día que Messi anuncia su marcha de Barcelona, se rumorea que el Paris Saint-Germain anda tras sus pasos, y todo París clama al cielo ¡Messi es nuestro!

Es lo que tienen los ídolos, pasan por tantas manos, los pobres, que acaban manoseados. Son muñecos en manos de niños, cada uno tirando para un lado. Toda Francia reclama ahora la posesión sobre Leo Messi. Pues claro que Messi es nuestro, gritan los franceses en perfecto francés. De hecho, ya se habla de cambiar el nombre a su himno nacional, y comenzar a llamarlo La Messillesa. ¿Cuántas veces se habrá arrepentido Leo Messi de ser lo que es, especialmente en estos días? Imagino que unas cuantas.

Pobre Leo, él no sabe que yo soy su único amigo de verdad. Me inspira mucha ternura este tipo que habla bajito. Le voy a echar mucho de menos, aunque por suerte deje de perforar inmisericordemente la portería del equipo que amo. Resumiendo, estáis todos equivocados y no es vuestro. Messi es mío.