El laberinto del Kun, Alexis y Neymar
Pasemos a Alexis. Resulta que el Barça paga 43 millones por el chileno (lo de los 10 variables son más fijos que mi dolor de tripa cada vez que me como el soberbio cocido madrileño en el bar de mi amigo Toñín el Torero) y la propaganda culé se encarga de vendernos que se ha fichado al crack de los cracks. No discuto la calidad del chaval, pero me pregunto cómo es posible que hace un año España jugase con Chile en el Mundial de Sudáfrica y nadie dijese: "Ojo a Alexis, es el peligro". Nadie es nadie. Tampoco le he visto en las listas de candidatos para ganar el Balón de Oro ni nadie ha dicho en mayo: "Alexis es fichable. Carrera loca de los grandes por traer al nuevo dios del fútbol mundial". Conclusión: el Barça, que tanto ha criticado a través de su entorno los 30 kilos pagados por Coentrao, se ha gastado por Alexis lo que no atreve a desembolsar por Cesc, presunta sangre de su sangre. Si yo fuera Cesc me amotinaba contra Rosell, llamaba a Guardiola y le decía que otra vez será. El Barça ha menospreciado a Cesc desde el primer día y lo de Alexis es otro ejemplo palmario.
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