Cantera es Messi por 330.000

El cálculo es fácil de hacer. Si Messi llegó al Barça en 1998 y no jugó un partido oficial hasta 2004, su periodo de formación como canterano duró seis años. Teniendo en cuenta que el club catalán destina en torno a 15 millones anuales a la cantera y que hay alrededor de 300 chavales en La Masía, cada promesa tiene un precio al año de 50.000 euros. Es decir, formar durante ese tiempo a Messi le costó al Barça 300.000 euros, a los que, en su caso, hubo que añadir 30.000 más por un tratamiento personalizado de crecimiento.

Y aquí está el asombroso desenlace. Fichar y crear a Messi tuvo un monto total de 330.000 euros, es decir, 290 veces menos que lo que le costó Cristiano al Madrid o 121 menos que Villa al propio Barça. Por supuesto, casos como el suyo son extrapolables a los de Casillas, Granero, Xavi, Iniesta, De Gea, Llorente y en general al de todos los canteranos que cada vez brillan con más preponderancia en los clubes españoles. Y es que ya no sólo importa el pretexto económico, sino también el deportivo, el emocional, el afectivo.

Es un hecho. No hay mayor vínculo a un escudo que el que ofrece alguien de la casa. La lealtad solitaria que se encuentra en este mercenario mundo viene dada por quien se empapó de unos ideales siendo aún un niño. Es más, probablemente ese concepto sea el único sin precio en el fútbol actual. La FIFA también lo sabe y apoya a la base exigiendo un mínimo de canteranos por equipo. Sí, no ha duda. En la actual coyuntura y por la fidelidad que ofrece, siempre cantera...