Espabilar es una urgencia

A Benzema le cuesta hacerse querer. Marca poco y habla menos. Y se mueve con un aire distraído que empeora su reputación. "Quizá aún no sepa que han fichado a Adebayor", escuché en una tertulia de críticos. Y tampoco le ayuda que compañeros como Kaká le recuerden que se espera más de él. Entre otras cosas porque Kaká debería autoexigirse lo mismo. O el doble si atendemos a su precio.

Lo último que se sabe de Benzema es que ha marcado dos goles en dos victorias por 1-0. Dos goles, por cierto, creados de la nada, sin el auxilio del equipo. Ha sido, pues, jugador decisivo en dos partidos apretados. Y creo a Mourinho cuando explica que el fichaje de Adebayor no es un castigo al francés. Aunque Benzema llevara los tantos de Cristiano hubiera llegado otro nueve, porque esa es una plaza de especialistas que no puede quedarse huérfana ni por un catarro. Y porque siempre debe haber un plan B en el banquillo. Pero a Benzema se le acaba el tiempo. Florentino fichará un nueve en junio y le sobrará otro. Espabilar es ya una urgencia para un jugador grande que se lo tiene callado.

Lo más visto

Más noticias