Un paraguas o un aviso a navegantes

Lo dijo con tal rotundidad, que sonó casi como aquellas palabras de Manuel Fraga en las que el dirigente gallego se arrancó con la recordada y repetida frase "la calle soy yo". Me refiero al titular que da pie a la noticia que aquí abajo les ofrecemos, que no sé si será (Samper no da puntada sin hilo, ojito) para atraerse como un pararrayos toda la presión, que no sé si será para actuar como paraguas y así descargar a Sergio Fernández, a Iñaki Alonso e incluso a su hermano Juan Antonio, o si por contra será un aviso a navegantes (incluidos los tres actores anteriormente citados) para que a todos les quede claro que él sigue siendo el Rey Grana. Bueno, con el paso del tiempo saldremos de dudas. Veremos si lo que nos dijo ayer, recién llegado al aeropuerto de Eceiza, es cierto o simplemente es otra jugada de despiste, o para ganar tiempo. En fin, con el paso del tiempo lo sabremos.

Eso sí, de momento, y si nos agarramos a la literalidad de sus palabras, su mensaje, el de ayer, es diametralmente opuesto a aquellas manifestaciones suyas, nada más recuperar el control de la nave tras el miniperiodo trujillano, en las que reconocía errores en el pasado y aseguraba que el modelo iba a cambiar y que se haría a un lado y delegaría. Y no, no es cuestión de que en pleno siglo XXI las nuevas tecnologías acorten distancias y tiempos; es algo más complejo (o más sencillo según se mire), es cosa de delegar. Y de creer. Y si Sergio dice adelante, si cuadran los números... hacerle caso.

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