¿No sirve el ejemplo de De Gea?
El Atlético se ha convertido en los últimos años en una referencia a nivel de cantera. Varios de sus jugadores destacan en las categorías inferiores de la Selección y compiten en número con los de Madrid, Barcelona o Villarreal. Ya no son casos aislados, sino brotes. No es fácil poner en marcha un entramado así. Mucho menos que funcione. Pero el Atlético lo ha logrado. Y lo ha hecho cuando el escenario es muy propicio para ello, en plena crisis económica y con las normativas FIFA anteponiendo el fútbol base a los fichajes multimillonarios.
Pero hay en el club quien parece empeñado en arruinar todo este trabajo en su última fase. Ni Pitarch ni Quique creen en lo de abajo y prefieren fiarlo todo al hechizante mercado sudamericano. Ahí es donde se desploma la ilusión de los Joel, Koke, Pulido, Borja, Perea, Sergio Marcos, Saúl o el cedido Keko, pues cada día ven más difícil triunfar en el Calderón. Esa sensación tuvieron en su día De Gea y Domínguez, aunque las lesiones les permitieron aprovechar unas oportunidades que de otra manera no hubieran llegado. El caso del portero es el ejemplo de que los mayores tesoros están bajo la almohada. No. No hace falta buscarlos más lejos.