Palmaditas antes de la 'GALbatalla'

Samper, ese hombre, ese Guadiana que llevaba tres semanas desaparecido ("no se os puede dejar solos", debe pensar) reaparece en AS para mostrarse como se espera del patrón de una nave en apuros. De un tipo que las ha visto de todos los colores (junto a Poli Rincón todo un PokerStar) y al que su apretada agenda le ayuda a relativizar el dramón que esta semana se vive por estos lares, al caer el equipo de nuevo a puestos de descenso. No está mal un poco de distancia (demasiada tampoco es aconsejable) y no están mal esas palabras de aliento que los futbolistas podrán leer en AS. Pero, no nos engañemos, sin estar mal, lo capital está en las botas y en las cabezas de unos jugadores que, si tenemos presente lo que dice Isaac y lo que ayer les contamos del gabinete de crisis, parecen sensibilizados y responsabilizados con lo que toca, con lo que hay.

Esta bien eso. Está bien que tengan claro que en GAL habrá tiros. Que será una batalla. Tarde de partido norteño para valientes. En la que cada pelota será un duelo. En el que habrá que ir con todo. Meter cacha. No hacerlo sería jugar con fuego. El campito del Unión (no utilizo la palabra futbolín que hay quién se lo coge con papel de fumar; y dicho con todo el cariño al campo irundarra) penaliza a los que dudan y 'mata' a los que se achantan. Así es la vida allí. Si convenimos que el Murcia tiene más fútbol, también avisamos que para ganar allí hay que ser mejores en agresividad. No queda otra. Así que quién no esté dispuesto que lo diga.