Campo único, coherente, pero casi imposible

Valencia C.F. y Levante U.D: dos clubes arruinados que en breve serán 'propiedad' de la Generalitat Valenciana. No es exactamente así, pero tampoco es lo contrario. Sus mayorías accionariales serán adquiridas por sus fundaciones, con dinero prestado por Bancaja y avalado por la Generalitat. El Valencia con una deuda hoy de 450 millones (ya descontados los 92 de ingresos de la ampliación de capital) y el Levante con otra deuda de 90. Los dos obligados a irse de sus estadios para que en esos solares, recalificados, se construyan torres de lo que sea y sus ganancias sean para quitarse deuda y pagarse un nuevo estadio. En tal caso ¿no sería coherente que no se gasten el dinero en dos estadios? El del Valencia costará 310 y el del futuro Levante 60.

Un economista diría: que jueguen en un solo estadio, que lo paguen entre los dos y el que más porcentaje pague, tendrá más derechos comerciales y de uso sobre él. Y lógicamente de los impuestos de los valencianos, ni un céntimo para ladrillos del estadio: bastante le han dado(al Valencia) y le darán (al Levante). Vale que el fútbol es un fenómeno social y la imagen de ciudades, pero todo tiene un límite. Pero para el Estadio Único hay dos problemas: los políticos no serán los que den el primer paso, por si se queman; aunque pueden y debían, porque ellos son los que ponen la pasta. Y luego las aficiones no lo desean y los políticos temen a la masa (de votos). Si esto se rigiera por criterios de empresa, está claro que quien está en la ruina, no se pondría chulito para decir: yo no me siento donde lo hace un granota o un xoto.

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