Gené se merecía la oportunidad

Sin ánimo de pecar de chauvinista, creo que Ferrari no se ha portado bien con Gené. Ya resultó chocante que el equipo más legendario de la historia suplicara a Schumacher un regreso precipitado después de dos años y medio sin pilotar en vez de apostar por uno de sus probadores. Los méritos y títulos del alemán son indiscutibles, pero ¿por qué rescatar un trasto viejo del baúl cuando tienes uno útil y casi sin usar? Es como si el Real Madrid hubiera pedido volver a Zidane en vez de darle una oportunidad a Granero. La vida son ciclos y el del alemán, por muy brillante que fuera, ya pasó. Ferrari optó por el impacto mediático y despreció a dos pilotos en activo. Ni Marc ni Badoer están de adorno. No son jarrones chinos. Me pareció feo el gesto de la Scuderia.

Descartado Schumacher, había que elegir entre un piloto que acaba de ganar las 24 horas de Le Mans, que invierte más horas que nadie en el simulador de Maranello y que es quien más ha contribuido a desarrollar el F60 y otro que no compite al máximo nivel desde el año 99 (GP Japón de F-1 con Minardi) y que ocupa un papel secundario incluso respecto a Gené. La apuesta parecía clara. Pero Montezemolo y Domenicali han preferido premiar los diez años de fidelidad en la sombra de Badoer. Marc tendrá que ver una carrera más de comentarista en 'Sky Italia' sin recibir una sola explicación. Se lo comunicaron brevemente por teléfono. Tú no correrás. Punto. Le ha dolido pero no protestará. En su decálogo, la educación y la elegancia están por encima de todo.