Teresa Olano

Trabajador, constante y valiente

Un auténtico clasicómano: 1,85 y 72 kg en plena temporada. Mikel Astarloza comenzó dedicándose al fútbol y la pelota vasca, actividades que combinaba con la práctica del deporte del ciclismo. Fue su abuelo, el Sr Chaurreau, quien metió en el cuerpo el gusanillo del ciclismo a sus dos nietos, Mikel Astarloza e Iñigo Chaurreau. Este último, tras pasar por el Euskaltel Euskadi, concluyó su periplo por este deporte hace dos campañas en las filas de Ag2r. Fue precisamente el fichaje de Iñigo en 2002 por el conjunto francés, quien arrastró a la entonces joven promesa Mikel Astarloza al equipo galo. En su primera campaña como profesional 2003 debutó a lo grande, ganó el Tour Down Under de Australia, primera carrera de la temporada. A partir de ahí, el pasaitarra ha disputado siete Tour, destacando el noveno puesto obtenido en la edición 2007.

El triunfo de ayer refleja el carácter del guipuzcoano, trabajador, constante y valiente. La victoria ayer de Mikel es la victoria de aquel puerto que le vio nacer hace 25 años. El guipuzcoano, fiel a la tradición de su Pasajes San Pedro natal, es un gran aficionado al mundo del remo, y de hecho muchas veces viste de morado, color de la trainera de Pasai San Pedro de quien es gran seguidor. Vas a su pueblo y allí te lo encuentras, rodeado de sus amigos, en el frontón, en la sala de cultura, en la sociedad comiendo buena chuleta y buen pescado, para que digan que con estos manjares no se puede ganar en un Tour.

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