Tiene mejor pasado que futuro

El problema del Milán no es de hoy, sino de hace tres o cuatro temporadas. En estos últimos años sólo ha fichado a dos jugadores jóvenes, Kaká y Pato, buscando alrededor de ellos más figuras que jugadores. Se trata de un proyecto en estilo galáctico, pero sin mirar los años de los jugadores como hacía Florentino. Los últimos refuerzos han sido Ronaldinho, Zambrotta, Shevchenko, Emerson y el préstamo de Beckham. El Milán no se ha preocupado de hacer una remodelación profunda de su casa, sino que se limita a arreglar la fachada. Así se ha olvidado el espíritu que contribuyó a formar el equipo de los ochenta y noventa. Pero desde que Berlusconi se preocupa sólo de la política y no quiere gastar dinero en fichajes, el club no se ha renovado y vive de sus lindos recuerdos como un abuelo.