Imprudencia temeraria de Heinze

Estos partidos se deciden por pequeños detalles". Sospecho que la frase de la víspera no tuvo el aire preventivo que pretendía Juande Ramos cuando la pronunció. Porque una absurda imprudencia desequilibró un partido desesperantemente táctico. La cometió Heinze. Gago intentó evitar un córner aplicando un voleón que llovió junto a la banda derecha del ataque del Liverpool. Allí corrió Kuyt para pelear por aquella sandía. No tenía más salida que golpearla hacia un lugar incierto, sin salida, en una zona sin peligro. Y entonces apareció Heinze, que sólo tenía que aguantarle el salto, para agarrar al holandés de forma impulsiva, irreflexiva, inexplicable, y regalarle al Liverpool la falta lateral. El fatalismo de la infracción era directamente proporcional a lo innecesario que resultaba cometerla.

Heinze, que hasta ese momento había completado un encuentro aceptable, cerrando su banda a Benayoun primero y a Kuyt después, mostró al Madrid el camino de la perdición. Pasó ayer y lleva pasando desde que el fútbol es tal. La contención también es una virtud decisiva en un defensa y debe ayudarle a no meter la pata en la toma de decisiones. Porque donde él se equivoca la rectificación se vuelve casi imposible.

Lo más visto

Más noticias