Elche y Nàstic, aún no pueden

Quieren y no pueden Elche y Nàstic. Quieren ser alternativa a los dominadores de la Liga, pero no pueden porque les condena su irregularidad. Les pesa el lastre acumulado al principio de la temporada y aunque parecían haber encontrado el equilibrio, las derrotas de la pasada semana les han devuelto a la realidad. El Elche se reactivó con Claudio Barragán y, pese a la justa derrota ante el Levante, ha demostrado que en casa es un equipo a respetar. El mérito de Claudio sacándoles del descenso es mayor teniendo en cuenta los problemas del club con denuncias por impago y su deuda. La sanción de Óscar Rubio y la recuperación de Fernando Niño alterarán la defensa. En ataque, debe recuperar la chispa de David Fuster y confiar en el despegue de Iván Bolado.

En el Nàstic, César Ferrando ha cumplido un año desde su llegada a Tarragona. Lograda la estabilidad, ahora debe apostar por un salto de calidad. Sin Gibanel, Diop y Caire, la línea medular se queda en cuadro, Medina y Bauzá pueden ser los directores de juego. Mientras el club prepara la salida de los jugadores con pocos minutos y Ferrando espera la incorporación de un central.