Ya todos le han perdido el respeto

Si un equipo de Segunda B, por muy buenas maneras que tenga, te marca seis goles, tres de ellos en el Bernabéu, en una eliminatoria es que no mereces seguir en esta Copa que tan poca gracia parece hacerle últimamente al Real Madrid, por mucho que lleve 16 años sin ganarla. Anoche fue el Real Unión, pero podía haber sido cualquiera. Hace tiempo que el principal enemigo del Madrid es el propio Madrid. El rival es lo de menos. Hasta los de Segunda B le han perdido ya el respeto. Saben que es un equipo vulnerable que ha recibido 32 goles en 16 partidos. ¡Vaya media!

Un equipo con la camiseta del club, su escudo, su historia... pero que futbolísticamente anda ahora entre tinieblas. Cortito y sin sifón. No hay excusas ni coartadas. Los once titulares de ayer eran internacionales por sus distintos países. Ni con las banderillas de castigo que suponía cada gol en contra reaccionaron. El duelo no les motivaba lo más mínimo. Si no, es difícil explicar su apatía y poca soltura en el juego. A Schuster no se le vio el pelo. Ni una vez salió para orientar a sus perdidos jugadores. Una de dos. O le daba vergüenza o pensaba que no tenía nada que rectificar. Ya les vale. A todos.