Dos técnicos con mucha personalidad
Junto a Juanma, reunimos en El Faro a Gracia y Blanco, presente y pasado del banquillo gaditano y dos técnicos con una personalidad dentro y fuera del rectángulo de juego que solo tienen quienes en esto del fútbol se visten por los pies. Independientemente de lo conseguido por Gracia, el mejor arranque de temporada en la historia del club gaditano, este técnico tiene muy claras las cosas. Toma decisiones, aunque navegue contra corriente en determinados momentos, y es fiel, como debe ser, a sus principios como técnico por muchas adversidades que se pueda encontrar en el camino. Ante la división de opiniones creada en el prepartido ante el Ceuta respecto a quien debía suplir a Fleurquin, Gracia tomó la determinación de dejar en el banquillo a Bezares y terminó acertando, que igual falla y le llueven las críticas por mucho liderato que mantengamos en la tabla.
A Blanco le conozco de hace muchos años y sé de su personalidad. Aún recuerdo, año noventa y dos, cuando en Debrecen, Budapest, tuvo que hacer hasta de cocinero para que a la plantilla que él dirigía, el Cádiz en Primera, no le metieran gato por liebre en las comidas. Ramón es de ideas fijas, aunque sabe reconocer los fallos cuando los comete y eso le honra. Estuvo siempre a las verdes y maduras y jamás dijo no a la entidad cadista -todo lo contrario que el idolatrado Espárrago- cuando el club necesitó de sus servicios. En definitiva, dos técnicos con personalidad.