Senna: la brújula de España

A la entrada de un pueblo murciano se leía en un cartel: "Aguilas: donde el forastero deja de serlo". Cobra fuerza en Senna futbolista y emigrante. Cuando hemos gritado a Europa "España y olé", nuestra brújula en el césped la custodiaba un brasileño fichado por un tal Llaneza. El consejero delegado del Villarreal, que mamó el fútbol desde los campos de tierra del Puzol (Valencia ), lo vio en una Libertadores con el Sao Caetano y se lo trajo por 2,5 millones de euros. Senna es un atleta de cristo y profesional íntegro que ha hecho tres cosas en España: respetar su profesión, dignificar a un extranjero y reivindicar el medio centro defensivo, aportándole manejo y criterio.

Y ha sufrido: ni las dos lesiones graves de ligamentos en sus primeros años le hicieron tirar la toalla. Faltan dos convidados a su fiesta: Luis Aragonés que apostó por él. Y Koeman: involuntariamente es lo único que le agradecemos de su paso por España. Por la canallada que le hizo a Albelda (un abrazo solidario) hemos tenido la posibilidad de disfrutar a Senna. De su brújula se orientó un estilo que Aragonés buscó y que nos hace forofos de otro equipo: España.