Nadal marca el camino a España

Nadal marca el camino. Como Gasol, que estos días se faja por el anillo de la NBA. Pero sobre todo lo de Nadal es impresionante. Aquí, en esta Eurocopa que se juega a caballo entre Austria y Suiza, los futboleros de todo el continentetuvimos la atención desviada durante un largo rato a lo que sucedía en Roland Garros, donde Federer buscaba una improbable revancha ante ese mallorquín que le deja una y otra vez sin poder completar la colección de grandes slams. Y ya estamos acostumbrados a que Nadal gane finales de Roland Garros, pero no de esa manera. Con ese tanteo descomunal.

Nadal marca el camino, decía. En un bonito rincón de los Alpes la selección de Luis preparaba en secreto jugadas de estrategia, saques de falta, centros de Xavi a las cabezas de Marchena y Sergio Ramos, mientras otros se movían en falso, para despistar o hacer la pantalla. Eso está bien. Como está bien el tiqui-taca. Pero todo eso mejora cuando en la tarea se pone pasión, deseo de gloria. Y eso es lo que nos enseña Nadal cada vez que sale a jugar. ¿Furia española? Quizá. Pero sobre todo pasión por el juego, pasión por la victoria, convicción de que llegó al mundo para ser el mejor.

Esa fe es la que necesita nuestro equipo. La misma fe, por cierto, que anoche le vimos a Alemania, que compareció en el torneo. Alemania viene de una mala racha en eurocopas (de las dos últimas se fue sin ganar un solo partido), pero esta vez viene de otra forma. Viene con jugadores estimables, pero además con la fe de siempre. Atrás, en medio y arriba, sobre todo arriba, donde no perdona. Polonia se equivocó tres veces y dos de ellas fueron gol. Alemania juega con ahínco. Portugal y Alemania son las referencias hasta ahora. Hoy veremos a Italia y Holanda. Y mañana queremos ver a once nadales.