Cristiano Ronaldo para matar la espera

El balón rueda desde hoy. A nosotros no nos toca hasta el martes, pero casi es mejor. Así se nos terminan de recuperar Villa e Iniesta, cuyas bajas ante EE UU notamos bastante. Y para entretener la espera tenemos cada día dos partidos, buenos partidos, uno en la Cuatro (donde tendré el gusto de dirigirme a ustedes) y otro en Canal +. Y tenemos a Cristiano Ronaldo, para muchos (entre ellos yo mismo) el mejor jugador del momento, y además el hombre noticia, porque el Madrid lo quiere y el Manchester no lo quiere soltar. Las tensiones entre Cristiano y Ferguson han ocupado los últimos quince días.

Ferguson es una especie de tutor despechado, al que con Cristiano Ronaldo le ha ocurrido lo mismo que con Beckham. Los ha criado como futbolistas, casi como personas, porque ha asistido a su salto del final de la adolescencia a la plenitud de la mayoría de edad, y en el fondo cree que por eso le pertenecen. Pero no le pertenecen. Pertenecen a sus novias o esposas, a sus amigos, al mercado, a sí mismos. No creen deberle tanto como él cree que le deben, no se sienten obligados con él ni con el Manchester, donde piensan que sólo han entregado su fuerza de trabajo a cambio de la paga. Simplemente eso.

Hoy veremos a Cristiano Ronaldo, que va a ser otro foco de atención para la afición española, dado que hay lo que hay. Otros partidos, muchos otros, tienen elementos de interés para las distintas aficiones españolas, porque por aquí y por allá aparecerán jugadores de nuestra Liga, tan compradora, tan rica en internacionales de todas partes. Eso nos hace próximos y familiares casi todos los partidos. Y entretiene la espera. Pero lo bueno, eso sí, será lo que llegue el martes, cuando España se enfrente a Rusia. Mientras eso llega, Luis trabaja a fondo, porque aún quedan cabos sueltos, y él lo sabe bien.