Un gran Xavi entre las mismas dudas

Un golazo de Xavi dio la victoria a España en un partido que no añadió mayor gloria a su palmarés. No despejó las dudas que el grupo traía a Santander, que son las mismas con las que viajará a Austria. Los de la Premier no funcionan aquí igual que allí, los centrales generan desconfianza, sin Iniesta el equipo pierde luz, y sin Villa, pierde contundencia. Todo eso se vio más palmariamente que nunca en la primera parte de ayer, en la que el equipo no supo moverse. Estados Unidos, un grupo táctico y sólido pero sin brillantez, maniató a España en su propio campo. Fue una primera parte preocupante.

Suerte que la segunda mitad fue otra cosa, quizá por el cambio de disposición de ambos equipos. España salió a apretar con vergüenza torera y desarticuló a los estadounidenses, que se vieron faltos de manejo para salir de ahí. Con ese esfuerzo, España se vio donde debe, donde es mejor, cerca del área rival. Ahí, de esa madeja de toques suele salir de cuando en cuando un pase profundo y luminoso, una ocasión de gol. Y eso ocurrió en la segunda parte. No fue un gran juego pero al menos hubo expectativa de peligro y buena disposición colectiva. Y un gran Xavi. Y un gran Xavi es mucho.

Así que España ganó, y falta hacía. Marcó Xavi en jugada espléndida, y además de eso España recolectó en la segunda mitad dos disparos al palo (uno del propio Xavi) y algunos sustos más. No es mucho, pero al menos es otro partido a la buchaca, lo que completa una serie de catorce victorias y dos empates. Eso no debe disimular que la gente se fue preocupada y un poquito aburrida. La victoria hace menos agobiantes los problemas y menos dramáticas las carencias, y menos exaltados los debates. Pero las dudas existen y estos dos partidos finales no han contribuido a resolverlas. Más bien lo contrario.

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