Los tres de la Premier funcionan mal

He ahí tres buenos jugadores, Xabi Alonso, Cesc y Torres, que triunfan en la Premier, lejos de su país. Para satisfacción de nuestro fútbol, casi siempre comprador. Ellos tres juegan en una liga que crece, que mete tres de los cuatro semifinalistas de la Champions, que va tomando un color indisimulablemente mejor que la nuestra. Son jugadores importantes de equipos importantes, el Liverpool y el Arsenal. Cesc y Torres son incluso más que importantes: son protagonistas, referentes, o como se quiera decir. Vuelan alto y lo normal sería que de su recorrido por aquel campeonato se beneficiara la Selección.

Pero Xabi Alonso no acaba de sentirse suelto en el equipo, y encima ha tenido momentos puntuales de mala suerte: una mala cesión aquí, acabada en gol, una expulsión allá... Le quitó el puesto Albelda, pero ahora Albelda no está y aún así no se le ve seguro. Cesc tampoco es, ni por asomo, el jugador del Arsenal, ese mandamás que va y viene, ojo del huracán, llegador con gol, agitador de todo. Demasiada reverencia, pensamos todos, hacia Xavi e Iniesta, a los que aún ve como sus superiores en la cantera del Barça, en la que venía por detrás de ellos. ¿Y Torres? El equipo no le ve a él, él no ve al equipo.

Tres buenos jugadores (dos de ellos jugadores superiores, me atrevería a decir) con experiencia de éxito en un fútbol grande, en un país extraño, tipos que han superado el salto del idioma, del clima, de los horarios, de la cultura. Todo diferente. Cuando salieron hacia la Premier pensé que eso sería muy bueno para la Selección, por el salto que para ellos supondría. Pero ahora vuelven y el tiqui-taca se les hace extraño, se les ve como añorantes del ritmo enérgico de allá. Quedan un partido y unas pocas sesiones de entrenamiento. Cada vez es más urgente dar con la solución. Porque les necesitamos.