Sobre Villa y el encaje de Cesc y Torres

Bueno, pues empieza la cuenta atrás. En Huelva, donde la Selección se rodea de entusiasmo. Ante Perú, que llega sin algunos de sus mejores jugadores (Farfán, Pizarro, Mendoza y Acasiete), suspendidos por una juerga tras un partido ante Brasil que a la Federación del país le sentó muy mal. Esa automutilación debilita seriamente a una selección que conoció tiempos mejores, sobre todo allá por el año setenta, cuando Sotil (que anda en apuros), Cubillas, Chumpitaz y Perico Baylón. Un partido que espero fácil para España. Mejor. Derrotas ahora provocan dudas. Y basta con la que ya hay: Villa o Cesc.

Porque esa es la duda. El tiqui-taca está fuera de cuestión, pero Luis se siente tentado de añadirle un poquito más de pólvora, con Villa. La titularidad de éste en la Selección se ha tambaleado un poco en los últimos meses, por su baja forma y sus lesiones. Pero Villa vuelve a estar bien, y un Villa en forma es una cosa muy seria, por su velocidad y por su gol. Y como Cesc no termina de entrar en la dinámica general, Luis se plantea si dejarle un poco a la espera. El encaje de Cesc y el de Torres son las dos asignaturas pendientes de este equipo. Su fútbol en la Premier es deslumbrante. En España, no tanto.

Es cuestión de encaje, desde luego, no de actitud. Allí juegan en una dinámica diferente, un fútbol trepidante y acelerado. Aquí, los excelentes medios españoles cantan una nana que adormece el rival, y a veces parece que ese soniquete les arrastre también a ellos dos. Para arreglarlo tenemos por delante dos partidos, éste y el del miércoles en Santander contra EE UU. Y tenemos a Villa en condiciones. El encaje feliz de Torres y Cesc y la pugna de Villa por recobrar la titularidad van a ser los argumentos de estos dos partidos, tras de los cuales no quedará sino la competición pura: Rusia, Suecia, Grecia y...

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