Siete puntos para siete jornadas, pero...

Siete puntos, pues, Al final, el empatito del Madrid en Mallorca (desde que la victoria vale tres puntos todos los empates son empatitos) le ha servido. Mantiene al Barça a su distancia (la misma con la que salió del Camp Nou, allá por mediados de noviembre) y coloca al Villarreal a esos mismos puntos. El Villarreal, tal y como estaba jugando y con el antecedente de su tremendo 'rush' final de la temporada pasada, presentaba cara de aspirante. Y lo sigue siendo, porque perder en Sevilla no es desdoro para nadie. Eso sí, esos siete puntos... También el Barcelona es aspirante, pero también a siete puntos...

El derrotado de ayer es el Barça, por su empate ante este Getafe luminoso que ha empalmado dos machadas en tres días. Venía de vaciarse el jueves en Múnich, le esperan otro choque con el Bayern este jueves, y la final de Copa al otro miércoles. El Barça jugó el sábado ante un rival menor y el partido de vuelta lo da por descontado. Por eso su público no tolera el empate, ni aunque puedan esgrimirse los tres palos en su defensa. La gente se enfada porque sabe que tiene jugadores para mucho más y que es el desorden en seno del club lo que provoca la decepción. Y Laporta dando voces en la Trobada de Penyes...

El Madrid se dibuja como campeón de nuevo con cierta nitidez, pero hay que pedirle más. Su imponente tranco en la primera vuelta se está desluciendo en esta segunda en la que lo único de verdad bueno que le ocurre es que el Barça no puede ni con las botas. Qué distinto de lo de hace un año, cuando se planteó y culminó una remontada heroica y apasionada y convirtió los últimos dos meses en un pandemónium. Se echa en falta aquello. El fútbol no está hecho para la rutina, y si es defecto del sistema de Liga acercarnos a veces a ella, es obligación del que aspira a ganarla emocionarnos más que nadie.

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