Dos ricos tristes, dos pobres felices

Ya se sabe: el dinero no da la felicidad. (Tampoco la quita, es cierto). Pero la reflexión viene a cuento por las semifinales de Copa, que esta noche enfrentan a dos modestos felizmente agrandados, Racing y Getafe, y mañana a dos grandes metidos en mohína, el Valencia y el Barça. Lo que en aquellos clubes es entusiasmo, unidad de propósito, felicidad e ilusión por alcanzar cotas magníficas, en los otros dos es un desgranar de la temporada triste y feo, entre pleitos absurdos, escaqueos o suspensiones, entrenadores vacilantes y figuras que no dan de sí lo que llevan dentro. Culpa del mal ambiente.

Pero algo une a los cuatro: están a dos victorias del título de Copa. Una motivación formidable. Extraordinaria esta noche en los Campos de Sport deEl Sardinero, donde el Racing tiene a mano la mayor alegría de su larga historia. Una alegría que se debe a sí mismo, o que le debe el fútbol, no sé bien. Fundador de la Primera División, nunca se ha dado un verdadero gusto. No ya un título, ni siquiera una semifinal de Copa, como la que disfruta ahora. Ni una clasificación para la Copa dela UEFA tampoco. Vive, por tanto, días únicos y acaricia a estas horas la ilusión de un 2-0 que le llevaría a la final.

Será una noche muy copera. Se anuncia frío y lluvia, tiempo del Norte. El fútbol es del Norte, me decía un clásico. Y se inventó para la Copa, añadiría yo. Frío, lluvia, Norte, Copa. El Getafe lleva el burladero del 3-1, pero la motivación local le pondrá a prueba. Cualquier finalista que salga hoy será mirado con simpatía por toda España, porque son dos clubes que se elevan desde su dimensión natural y escalan puestos en la Liga, en la Copa y en la atención general. Semifinal vibrante. El buen juego, el oficio del Getafe frente a la pasión de toda Cantabria, que lleva tiempo esperando un día así.

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