Villar se pone el mundo por montera

Ayer hubo Asamblea del Fútbol Español, con Iturralde en las primeras filas, para que nadie se despistara. Y se despistaron pocos. Villar se echó al ruedo, brindó al sol y sacó adelante con importante mayoría (Iturralde mediante) sus propuestas. No al adelanto electoral, no a la expresión "dentro del ordenamiento jurídico español" en el texto de los estatutos, que hasta ahora la recogían, y grandes dificultades para que se presente alguien ajeno al sistema (caso del aspirante, Mateo Alemany). Desde Suiza aplaudía Blatter, desde su fila votaba sí Luis Aragonés, desde la suya sonreía Iturralde, complacido.

Conste que me parece una arbitrariedad forzar a Villar a adelantar las elecciones. Y ni siquiera me parece práctico. No sé por qué va a perder ahora ante Alemany más fácilmente que en otoño. Incluso, para ser sinceros, pensar que a la directiva de Villar la puede suceder una mangoneada por el destrozón Tebas me inquieta bastante. Pero la forma en que Villar está manejando la situación me empieza a abochornar. Se ha sentido amparado por Blatter, Platini y los grandes clubes (que todo lo que quieren es que les arbitren en plan Iturralde), se ha crecido y está cayendo en un extravío cómico-taurino-musical.

Blatter le apoya, sí, y eso me da miedo. Me da miedo que nos 'desapunte'. Pero Villar está dando tales pasos que me figuro que a Blatter y cía les acabará dando qué pensar. Fue a la Justicia contra esa orden ministerial que fingía no reconocer (craso error) y ha perdido (crasa derrota). Monta asamblea (que le coincide con su derrota ante la Justicia) en vísperas de las elecciones generales y se pasa diez pueblos. La razón de principio que le asistía se va evaporando con estas rodomontadas, con su augurio cesarista de que podría durar 250 años, con su ventajismo de vía estrecha. En fin, calamidad tras calamidad.