Insistiendo en la amenaza de la Premier

Solemos discutir sobre cuál es la mejor Liga de Europa. Es decir, del mundo. Discutimos entre la inglesa, la italiana y la nuestra. La inglesa nos resulta envidiable por la pátina de clasicismo que conserva, sin perjuicio de su habilidad para sacar provecho de los nuevos tiempos; y por la nobleza de su juego. De la italiana reconocemos su mayor desarrollo científico; de allí han salido siempre los grandes avances táctico-físicos que hemos aprovechado todos. Otra cosa es que allí hayan exagerado el culto a eso. La española nos gusta porque es la nuestra, por el Madrid, por el Barça y por todos los demás.

¿Cuál es la mejor? Hay un baremo que lo mide, un baremo oficial, que fija la UEFA según los resultados obtenidos en las competiciones continentales por los representantes de cada país. Se dan puntos por partido ganado o empatado, por eliminatoria superada. Ahí somos líderes desde hace muchos años, por la constante aportación del Madrid y el Barça, que suelen llegar lejos, y por la aportación renovable de otros, que cuando aparecen empujan lo suyo, como el Sevilla ahora, o el Valencia ayer, o el Depor anteayer, o todos los que aportan sus granitos de arena año tras año en la Copa de la UEFA.

Pero, y lo advertía el otro día, Inglaterra empieza a amenazar. Aún está detrás, pero algún año ya nos ha ganado y este nos saca ya algunos puntos. No es nada grave todavía, pero empieza a ser señal de que el dominio se puede trasladar. Allí hacen las cosas bien, es un país más poblado, con más de nueve millones de clientes en la televisión de pago, sin partido en abierto que abarate el producto, con toda la Commonwealth como mercado y con gente muy lista dándole al coco. Hasta hoy son sólo una amenaza, pero conviene moverse ahora que el agua sólo nos llega hasta el tobillo. Porque luego será tarde.

Lo más visto

Más noticias