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Los tres errores de Inglaterra

Inglaterra perdió un partido que tenía ganado. No faltó actitud, fueron tres errores que nadie se puede permitir si quiere ganar un partido internacional. Si Wilkinson, Gomarshall y Balshaw no hubieran cometido errores puntuales, Inglaterra no habría perdido el partido. Con 16-6 se llegó al descanso. Hasta ese momento Gales no existió. Los dragones no tenían balones en ataque y no esperaban la salida en tromba del XV inglés. En el segundo tiempo los ingleses aumentaron la renta (19-6). A partir de ahí se confiaron, creyeron que ganarían con comodidad y no fue así. No ganó el partido Gales, lo perdió Inglaterra.

En el segundo tiempo se juntó lo bueno de un equipo y lo malo del otro. James Hook estuvo a una gran altura (5 de 5), pero solo no puede ganar un partido sino cuentas con errores del rival. Inglaterra no perdió por la patada taponada a Balshaw con 19-19, perdió porque se confió en exceso. Ni Jonny dirigió bien (dio un mal pase hacia atrás que provocó un ensayo en la jugada posterior), ni Gomarsall eligió bien (provocó apuros innecesarios), ni Balshaw estuvo acertado. Error tras error provocaron una desventaja que no pudieron superar. Además las lesiones (Strettle, Tindall y Moody) confeccionaron un escenario perfecto para una derrota que nadie preveía en el descanso. Los ingleses no jugaron con tensión. Se esperaba más de Wilkinson, que sumó 14 puntos. Les queda tiempo para reaccionar, pero ya no ganarán el Grand Slam, ni la Triple Corona.