Mateo Alemany como alternativa

Mateo Alemany quiere suceder a Ángel Villar en la presidencia de la Federación y en pos de ese empeño se presentó ayer en el Foro Ferrándiz-AS para explicar su programa. Un foro que ustedes conocen, abierto, donde se reúnen desde autoridades a escolares, pasando por periodistas de largo colmillo. Habíamos pactado esta fecha para huir del oportunismo previo a un incierto resultado en Dinamarca. España ganó en Aarhus, mejor para todos. No era su deseo de sustituir a Villar por una eventual eliminación de la Eurocopa, que no se producirá, sino por la obsolescencia de su modelo.

Sobre ese modelo agotado no quiso hacer sangre Alemany. Es del conocimiento de todos. Lo que sí hizo fue aventurar algunas de sus ideas: los árbitros elegirán su presidente (prerrogativa que hasta ahora ha aprovechado Villar), nunca se extendería más allá de ocho años (Villar va por los veinte), nada contra Hierro... si funciona (acaban de firmarle) ni contra Luis (al que tuvo de entrenador en el Mallorca, de donde se lo arrebató Villar sin explicaciones), deseo de concordia con los afanes de la Federación Catalana de organizar partidos de su selección (lo que no fue tan bien acogido por el auditorio)...

En fin, planteó un modelo nuevo, que sonó bien, a cosa sana, como contraste a una Federación que se ha ido encerrando en las manías personales de unos pocos. Cuenta, o así lo espera, con el apoyo de amplios sectores de nuestro fútbol, entre ellos siete federaciones regionales, que ya le han firmado su adhesión y la Liga de Fútbol Profesional, si bien en este caso no me consta que Astiazarán haya hecho suficiente consulta antes de tomar partido. Personalmente, me sonó muy bien. Mucho mejor de lo que ahora tenemos. El fútbol se encuentra ante una oportunidad. Veremos si la aprovecha.