Los ecos de una jornada algo tensa

Tenía que llegar y llegó. La séptima jornada ha sido el detonante. Stoichkov ya es historia en el Celta. Desde el primer partido de la temporada los efluvios que venían de Vigo apuntaban a una salida del búlgaro. Lo paradójico es que haya coincidido con una victoria en casa. En otros equipos optan por la paciencia. Quique Hernández flota aferrado a un punto y Uribe respira con su primera victoria. En el Cádiz, el que se va es el presidente. Baldasano no está conforme con las finanzas y dimite. Coincidencia o no, esta espantada confluye con un rendimiento deportivo mediocre y la segunda derrota en el Carranza. No sé si su marcha hubiera sido tan fulgurante en caso de tener al equipo líder e ilusionando tanto como lo hace el Málaga.

En otros equipos, las quejas van por otro sitio. Por ejemplo, en Alicante empiezan a ver una irritante sucesión de errores arbitrales. Pérez Montero anuló tres goles al Hércules en su derrota ante un buen Sporting y eso no hay quien lo digiera de buen grado. Otros sonríen complacidos, como el Numancia, que se encontró con algún despiste del colegiado para asegurar su, eso sí, merecida victoria ante el Racing.